jueves, 28 de abril de 2011

Las cartas del Vampiro.

Dulce, no había palabra más clara para describir el sabor de su cuello al rozarse por mis labios... ¡Dulce! Eso es lo que era, exquisito en cada borde y finura de su piel...

Ese cuello. Ese cuello que me condenó desde el momento que le vi hasta que estuvo entre mis manos; y nada más pude hacer yo. Sólo miren... ¿Qué podia haberse esperado de algo tan bajo como yo? Que sin pensarlo y falto de sensatez me vi en el vicio de ir tras de esa mujer y hacerla mía, mía, mía...

Supongo que ese debe haber sido mi peor error, no... No el conocerla... o el haberla mirado... Sino haberla permitido volverse tan indispensable  !Hah! Y ella... sin saber que detras, le seguía mi boca y con sed... Sigiloso como es el don de esta maldicion, cauteloso por el miedo que  NO deseo darle a tan como he dicho, dulce niña...

¡Como un lobo! Aunque me revuelva el estómago la comparación.

Tanta era y es la soberbia, misma que admito hasta ahora que tan vil incidente ha sucedido, pero no podía, y mucho menos queria contenerme... ¡Ella era! ¡Si! Sé que era ella pues esa sensación siempre fui capaz de controlarla, el tiempo me había ya instruido en el arte del olvido como en el del control...

¡Hah! Ironía ... ¿No?

Y así... entre mis vastas cualidades y virtudes, vino a relucir mi único defecto, ¡Bendita maldicion esta que me cayo!  Pues adoro el sabor de este defecto...

Dulce... Sigue sin existir otra palabra que explique su cuello... Dulce, si... Y sin más que perder ni que esperar... Puse mi boca en él... Escuchaba el placer que le recorría el cuerpo, toda ella latía, su cuerpo, su piel y ese sonido que hacía... Sólo me lo hacía más dificíl a mí... Yo no queria, ¡Oh pero quise! ¡Si! (...)

Y en ese climax de placer, amor y lujuria, su corazón dejo de latir...

¡Dulce! Así era ese cuello.... No podía aguatar más ¿Podía?...  Pero ¿Dulce su cuello? No ¡Hahah! Más dulce ese hilo rojizo de vida ¡Su sangre que corria!... Si...

Dulce... No hay otra palabra. Creo que fue incluso más dulce que la chica anterior, y la anterior a esa también... ¿Pero eso? No, yo no se lo digo a cualquiera... ¡Ha!... ¡Hahaha!